En medio de sonrisas, abrazos y lágrimas de alegría, Jacqueline Perea hizo realidad el sueño de Eli, una niña del barrio Nelson Mandela que enfrentaba grandes desafíos debido a la falta de movilidad. Con un corazón generoso y un firme compromiso con la comunidad, Perea entregó una silla de ruedas que transformará la vida de esta pequeña y su familia.
Eli, conocida por su ternura y valentía, recibió su nueva compañera con los ojos llenos de asombro y felicidad. “Hoy mi vida cambiará. Ahora podré salir al parque y estar con mis amigos”, dijo emocionada la niña mientras su madre no podía contener las lágrimas al agradecer este gesto que, según sus palabras, “es un regalo del cielo”.
Jacqueline Perea, quien se ha destacado por su trabajo social en Cartagena, expresó: “Estos momentos son los que nos recuerdan la importancia de estar unidos como comunidad. La sonrisa de Eli es mi mayor recompensa”.
Los vecinos del sector no tardaron en unirse al acto con aplausos y palabras de agradecimiento, reconociendo a Perea como una mujer comprometida con quienes más lo necesitan. «Aquí no se trata solo de una silla de ruedas, se trata de devolver esperanza y dignidad», dijo una vecina visiblemente conmovida.
El gesto no solo marcó el inicio de una nueva etapa para Eli, sino que también encendió una chispa de solidaridad en Nelson Mandela, recordándonos que juntos podemos cambiar vidas.