Por: Luis de Ávila
José Antonio Quijano Báez es un joven que padece del síndrome de Down, pero su habilidad lo llevó a formar parte de la nómina laboral de Juan Valdez.
A José lo conocí hace años cuando llegó todo tímido a la tienda Juan Valdez de Bocagrande. Luego logró seguridad, confianza, respeto y amor por su empresa, que lo mantiene desde hace diez años.
José, guarda distancia entre el empleado y el cliente. Es respetuoso, ponderado, regañón, no acepta relajos y es un «enfermo» de la higiene. Mantiene como «taza de plata» el baño unisexo de la tienda Juan Valdez de la Matuna.
Muchos clientes que le manifiestan aprecio y cariño, se quieren tomar fotos con él, pero responde «no estoy para modelaje, me contrataron para la logística de esta empresa».
Esa habilidad, buen trato y educación se lo debe a los talleres y capacitaciones que recibió de Juan Valdez, Comfenalco y Comfamiliar. Un taller que lo marcó fue sobre la habilidad para vivir.
Es gran bailador folclórico y se desempeña muy bien en la natación. La clientela de la tienda Juan Valdez, al llegar lo primero que hacen es preguntar por José.
José es hijo del hogar formado por Inés Báez y José María Quijano y tiene como hermanos a Wilmar Richard, Arnulfo y Doris Astrid, quienes residen en el barrio República de Chile en Cartagena.
José Antonio Quijano Báez, es un ejemplo de superación. Las tiendas Juan Valdez, en su nómina en todo el país tiene laborando a jóvenes con síndrome de Down, demostrando ser un patrón incluyente.
José, un buen amigo, compañero e hijo: te felicitamos.
